Su ubicación es privilegiada: está en el medio de la Costa Esmeralda, famosa por sus playas y resorts vacacionales. Y aunque se considera una ciudad de paso, en Olbia y sus alrededores hay bastantes cosas que hacer y visitar.
Los vestigios del pasado están presentes en numerosos rincones de la ciudad, un tesoro de casi 900 monedas de oro se conservan en el Museo Arqueológico, la necrópolis púnico-romana que comprende 450 tumbas ha dado vida al Museo de la Necrópolis, ubicado a los pies del altar de la sugestiva basílica de San Simplicio.
Como veis no faltan lugares de interés, la ciudad se asoma a un golfo espectacular, que protege el área marina de Tavolara y da acceso a la selecta Costa Esmeralda.
En la extensa costa de Olbia, solo tendrás el problema de elegir entre un sinfín de caletas de color turquesa, por algún motivo los griegos la llamaron Olbìa, es decir, feliz.