Esta isla griega está catalogada como una de las islas más bonitas del Mediterráneo y no es para menos, pues su famosa panorámica salpicada de azul y blanco hacen una perfecta combinación con el agua azulada de la bahía.

Aquí se puede hacer de todo, tomar el sol en sus playas de arena volcánica color negro, alojarse en pequeños hoteles con encanto, salir a degustar la gastronomía griega, tomar un buen vino o simplemente caminar por las pintorescas calles de los pueblos de la isla.

Puedes relajarte, salir a explorar, bucear, pescar o aventurarte con el kayak.

Es un lugar imperdible y perfecto.

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