En lo alto de un rocoso islote de la región de Normandía, está este imponente monumento que fue declarado Patrimonio de la Humanidad que recibe más de tres millones de turistas al año y que se encuentra a sólo tres horas y media de París.
Para llegar al Mont Saint Michel, se debe de estacionar a un kilómetro y medio de distancia y de ahí tomar un autobús de uso gratuito para llegar a la abadía donde encontraremos por dentro pasajes y pequeñas callejuelas, así como restaurantes, tiendas, museos y por su puesto el monasterio principal que en su punta que llega a los 170 metros se levanta una estatua del arcángel San Miguel al que está dedicado el templo.
Vale la pena quedarse un buen rato para ver la marea subir y bajar en la bahía.